Aprende técnicas respiratorias que te ayudarán a fortalecer tus pulmones y mejorar tu capacidad respiratoria de forma natural
Si tienes asma, sabes lo difícil que puede ser sentir que el aire no entra o sale con facilidad. Los ejercicios de respiración no reemplazan tus medicamentos, pero sí te ayudan a:
Recuerda: Estos ejercicios son un complemento. Nunca sustituyas tu tratamiento médico sin consultar con tu especialista.
También conocida como "respiración abdominal", te ayuda a usar el diafragma (el músculo principal de la respiración) en lugar de los músculos del pecho, lo que hace que tu respiración sea más eficiente.
Siéntate o acuéstate cómodamente en un lugar tranquilo.
Coloca una mano en tu pecho y otra sobre tu abdomen (justo debajo de las costillas).
Inhala lentamente por la nariz contando hasta 4. Siente cómo tu abdomen se eleva mientras tu pecho permanece casi quieto.
Exhala suavemente por la boca contando hasta 6, sintiendo cómo tu abdomen baja.
Repite durante 5-10 minutos, enfocándote en que tu abdomen haga todo el trabajo.
Practica este ejercicio 2-3 veces al día, especialmente cuando te sientas tranquilo. Con el tiempo, podrás usarlo incluso cuando sientas que te falta el aire.
Esta técnica es especialmente útil durante crisis leves de asma o cuando sientes dificultad para respirar. Ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas por más tiempo y mejora el intercambio de oxígeno.
Relaja los hombros y el cuello.
Inhala lentamente por la nariz contando hasta 2.
Frunce los labios como si fueras a soplar una vela o dar un silbido.
Exhala lentamente por los labios fruncidos contando hasta 4 (el doble del tiempo que inhalaste).
No fuerces el aire, debe salir de manera suave y controlada.
Úsala durante cualquier actividad física que te haga sentir sin aliento: subir escaleras, caminar rápido, etc. También es útil al sentir que empieza una crisis leve.
La ansiedad puede empeorar los síntomas del asma. Este ejercicio te ayuda a mantener la calma, reducir el estrés y recuperar un ritmo respiratorio estable.
Siéntate en una silla cómoda con los pies apoyados en el suelo y la espalda recta.
Cierra los ojos y enfócate en tu respiración.
Inhala por la nariz contando hasta 4, llenando suavemente tus pulmones.
Mantén el aire por 2 segundos (no fuerces, solo pausa).
Exhala lentamente por la boca contando hasta 6, liberando toda tensión.
Repite durante 5-10 minutos o hasta que te sientas más tranquilo.
Practica este ejercicio antes de dormir para relajarte, o cuando sientas ansiedad relacionada con tu respiración. Puedes acompañarlo con música suave o sonidos de la naturaleza.
Lo ideal es practicar 2-3 veces al día durante 5-10 minutos. La constancia es clave: mientras más practiques, más natural se volverá y mejor será tu control respiratorio.
Busca un lugar tranquilo, bien ventilado y libre de irritantes (humo, polvo, olores fuertes). Puede ser:
Detén el ejercicio inmediatamente si experimentas:
Si esto ocurre, usa tu inhalador de rescate y busca atención médica si los síntomas no mejoran.
Agenda una consulta si:
Los ejercicios de respiración son herramientas poderosas, pero cada persona con asma es única. Una valoración médica te permitirá:
💚 No esperes a que los síntomas empeoren. Tu bienestar respiratorio es nuestra prioridad.
Inmunología Clínica y Alergia
Especialista certificado con años de experiencia en el manejo del asma y enfermedades respiratorias. Agenda tu consulta para recibir un plan personalizado.
Hospital San Ángel Inn HMG
Consultorio 309
Ciudad de México
Martes a Sábado Previa cita
Aprende técnicas respiratorias adaptadas a tu caso específico y mejora tu control del asma.